A partir del año 2020 la pandemia del Covid-19, igual que muchos otros acontecimientos en la historia de la humanidad nos han demostrado la gran capacidad de adaptación y evolución del ser humano, mas allá de lo intempestivas, graves y sorpresivas que estas sean.
Salvando las diferencias generacionales siempre vamos a tener puntos de convergencia y uno de ellos es la tecnología. Particularmente la tecnología digital ha sido de adopción general por todas las generaciones que habitan actualmente el planeta, y si bien los mas jóvenes se sienten como pez en el agua, los mas veteranos están batallando fuertemente con ella, y la están domando.
Dentro de los muchos avances en digitalización quizás (y sin el) los principales sean los dispositivos de escritorio y móviles. Estos nos facilitan el acceso a muchas herramientas de uso cotidiano, que sustituyen procesos que en el pasado se hacían de forma manual, que pueden ir desde una calculadora, una llamada telefónica, ver las noticias, conversaciones escritas, álbumes de fotos, entre otros.
Llegado este punto, aparece un gran personaje de estas épocas: El eCommerce, o comercio electrónico. Por definición es un sistema de compra y venta, ya sea de productos o servicios, el cual utiliza el Internet como principal medio para realizar el intercambio. Se trata de un comercio que exhibe sus productos, características y precio y además que gestiona cobranza y pagos de forma electrónica.
El mundo del comercio electrónico abarca muchos conceptos y tendencias, pero al día de hoy tener estrategias que complementen la administración y venta física, no solo es una opción, sino que es una exigencia del mercado
La actual pandemia, nos ha forzado a utilizar la digitalización como un aliado, lo que ha facilitado el crecimiento del consumo de herramientas digitales, a más usuarios de la tecnología, es decir a más potenciales clientes para nuestro negocio. Nos permite contar con una vidriera digital donde podamos exhibir nuestros productos o servicios, sin limitarnos a un espacio geográfico o a un local adecuado para llegar mejor a las personas.
Las principales ventajas del comercio electrónico son que no se tiene horarios fijos de atención, se puede llegar a más clientes y además que el costo de implementar y mantener el negocio es sensiblemente menor que los costos de una tienda física.
Una adecuada combinación de los procesos de atención de la tienda física apoyada en la tecnología, y los de digitalización de una tienda en línea es de seguro el camino mas certero a recorrer para poder sostenerse y crecer el contexto comercial actual, ya que la transformación a procesos digitales, sin duda alguna vino para quedarse entre nosotros.